Impresionante: así sería Isabel Preysler si no se hubiera operado nunca según la IA
Isabel Preysler tiene 72 años, aunque no lo parezca, si no se hubiera operado nunca sería muy diferente a como es ahora según la IA.
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Isabel Preysler tiene 72 años, aunque no lo parezca, si no se hubiera operado nunca sería muy diferente a como es ahora según la IA. La reina de corazones de nuestro país, es sin duda alguna, la elegante Isabel Preysler que además de convertirse en todo un referente a nivel de moda, lo es también en cuanto a operaciones estética se refiere. Ha conseguido parar el tiempo y ser casi hermana de sus hijas pasando por el quirófano en varias ocasiones. La IA sabe muy bien cómo sería sin tanto bisturí.
Isabel Preysler sería así según la IA si no se hubiera operado nunca
El reloj que marca el paso del tiempo se paró para Isabel Preysler, tiene 72 años aunque aparenta varias décadas menos. Ha logrado tener un rostro libre de arrugas y una nariz que ha ido cambiando con el paso del tiempo. Conserva algunas de las facciones exóticas que enamoraron a todo un Julio Iglesias.
A golpe de bisturí e invirtiendo varios miles de euros ha conseguido mantenerse joven, pero quizás con menos operaciones su rostro sería igual de bonito. La base de la Preysler es de una belleza natural de lo más interesante. A medida que pasaban los años decidió acabar con esas facciones que le dieron personalidad, pero con algunos matices.
Sin operaciones, ahora mismo Isabel tendría muchas más arrugas. Un elemento que no tiene porque ser negativo, le añadiría una mayor naturalidad a un rostro que se caracteriza por permanecer impecable ante las emociones y el paso del tiempo. Una cara con carácter, facciones más duras que las aniñadas actuales.
Isabel Preysler se parecería muy poco a la actual reina de corazones. A medida que se ha ido retocando la hemos visto cambiar, aunque en esencia poco queda de aquella mujer que con mucha personalidad logró hacerse con un papel importante en nuestro país. Pasó de ser la mujer de un famoso cantante a enamorar a políticos, marqueses y hasta un premio Nobel.
Ese amor que desprende es fruto de su personalidad, pero también de unas operaciones bien hechas además de un estilismo de 10. Isabel es como es gracias a ese trabajo constante en una imagen que ha ido retocando a medida que han llegado los años. La IA nos da una imagen de cómo sería esta mujer si no se hubiese operado radicalmente distinta a la actual.
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